Tod@s Elegid@s!!!

El movimiento lubavich, la fuerza más dinámica en la tradición judaica actual, sostiene que, desde el punto de vista del Creador existe la misma diferencia entre el judío y no judío que entre éste y el animal.

Defender, propugnar o incluso insinuar esta superioridad jerárquica, aunque sea por la gracia de Dios respecto a los demás seres que poblamos el planeta, es para el resto de los humanos una ofensa y un peligro potencial que requeriría una pausada y profunda reflexión conjunta.

Posiblemente, para algunos, esta concepción justifica y da licencia para experimentar indiscriminadamente con animales para la defensa militar sin que importe en absoluto el sufrimiento de esos seres vivos utilizados con este fin, sino básicamente, el posible provecho en beneficio de la estrategia bélica, especialmente, la del pueblo judío.

En ese caso, los demás, el resto de la humanidad, parece que seguimos una suerte similar a la de los animales para la experimentación, somos en cierta manera, carne de cañón. Comulgar con el anti-especismo, es decir, la no discriminación por razón de especie, es situarse a 180 grados de esta concepción del mundo, es otra opción que postula, viva la vida! y vivan los seres animados tod@s hij@s legítim@s de la Creación!!

Que el pueblo judio acepte que también mis límites son mi riqueza. Y que el espacio a conquistar para nuestro esplendor pertenece a una dimensión no física, sino metafísica o interior. Ensanchar el horizonte de la conciencia no trae problemas, sino al contrario, eleva, favorece el bienestar, el progreso y la convivencia. Y las cosas hoy por hoy para el pueblo de Israel, distan muy mucho de esta evocación.